viernes, enero 20, 2006

Claudicar, morir o vivir a tu lado (Saga Completa)

Claudicar, morir o vivir a tu lado (Intro)
Fiel a mi carácter de hacedor de solaces incodificables, cimenté este hemiciclo literario donde se me permite volcar periódicamente toda esta zozobra contenida. Sin lugar a dudas, el camino elegido no fue el correcto. De las 1001 formas posibles de abordarte, elegí la más desacertada. El traje de confesor (que me puso de espaldas al paredón y con una estampita entre los dedos) me quedaba perfecto, pero para una fiesta de disfraces. Excéntrico como pocos, te veo sentada en el viejo pasillo y mis ojos ven lo que mi corazón se niega a enfrentar. Ya ni duermo. En un rapto de delincuencia discrecional, le arrebato a mi presente horas de descanso para verte pasar. El viejo baldosón (necio recipiente de huevos y harinas 000) se ofrece gentilmente a cuidar mi culo hasta que mi alegría se torne tan difusa como tu ausencia. Algo va a pasar, seguro. No se cuando, ni como, ni donde. Pero el destino me tiene algo preparado. Que sea lo que sea, pero que sea…Algún día me animare a romper este maldito silencio. Ojala que ese día le permitas a este “Boludo a cuerda” que termine de desahogarse. Solo te mendigo ese ratito, aunque más no sea para escucharme, aunque más no sea para echarme de tu vida.PD: Si leíste a Nino, vas a entenderme cuando te digo que vendrías a ser mi “Discurso Moral Moderno”, mientras que el resto del los mortales, son mi “Democracia Participativa”.
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 1)
A lo largo de mi vigilia me encontré con el deshonor de tener degustar el agrete resabio de la impericia. En este lacónico jardin, me fui topando con miles de flores mal barajadas que tenían colores espurios y perfumaban la incandescente devastación de mi autoestima. Los parias (no los excluidos, sino aquellos que viven mi agonía) van quemando recetas periódicamente sin obtener resultados que se reflejen en mis corroídos comportamientos. Por otro lado, soy plenamente consciente de que ese puto reloj sigue dando tantas vueltas como mi cabeza. De repente me veo encerrado en una cárcel tan díscola como inédita. Mi jaula tiene un tamaño tan anatómico que podría adaptarse perfectamente a mi talla. Claro!. Mi penitenciaría tiene mi forma. Soy mi cárcel. Estoy siendo privado de mi libertad por mi mismo. La vida me condenó a reclusión perpetua, sin tener la posibilidad de que el debido proceso pueda apersonarse y darme las garantías que merezco. Es muy posible que miles de cosas nos separen, es mas, es muy probable que no tengas ganas ni de enterarte que existo…..(como hasta ahora)….sin embargo lo mas
trágico de todo esto, es que yo soy la principal causa de tu dulce ignorancia….
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 2)
Luego de llenar mis expresiones con estólidas y melancólicas ofuscaciones, logre ataviar mi estigma y verle la cara a dios. El no encontrar la punta del ovillo, hace que mis dedos derramen una especie de sangre púrpura (gracias sebita, nuevamente) tan pura y sincera como mi enfermedad. Los obstáculos principales (esos que destrozaban mi conciencia) fueron arrojados por la borda de mi barquito de papel. Nada es relevante. Saber decir la verdad en los momentos de mentir, suele ser una debilidad escénica de mi trocada idiosincrasia. El elixir de su silencio, me comunica más de una mala nueva. El no salir en la tapa de su diario, me convierte en aquel lenguaraz de quermese que abandonó su vieja vida de empresario para pintarse la cara de payaso ( y de esa manera lograr que llore el niño malcriado que tiene adentro). Todo daría por despertar y ver tu crepúsculo en mi presente. Nada dejaría de ofrecerte para hacerte feliz. Si solo pudiese pararme…y salir de esta puta silla……
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 3)
Se me cayeron 3 líneas seguidas y la sonámbula expectativa degustó las encolerizas incidencias del tiempo. Huérfano de reflexión, el envite opresor cantó las cuarenta obviando los detalles imperiosos del tango o el farol. “!!Machito!!” gritó la partera cuando vió que el esperpento mutante decidió abandonar la protección de la placenta y los credos de frecuencia. Manifestaciones de “pijindrines” (gracias Seba!) han coreado tu discurso en otras presentaciones, mas nunca nadie fue ni tan boludo ni tan sincero como vos. En la vieja sala de operaciones (y después de una gran crisis existencial), tome el teléfono y le pedí al pizzero una “musa inspiradora”. Quince minutos después, el eficaz “delivery de ilusiones” me trajo una caja cuadrada de cartón corrugado con una foto tuya en su interior. En el insustancial detalle de mis mandos, entre otras muchas cosas, pedí que no contestes ( si me moría por una puta respuesta...¿Por que lo hice?) . Peor para el sol, (si sigo choreando frases, me voy a parecer a Bucay), y para mi, si mañana no recibo ni siquiera una bofetada. Solo Ala conoce todo lo que tuve que enfrentar para patear ese penal. Ahora solo ruego que haya una señal, aunque mas no sea una miríada de roncos escarnios. Por favor, matame con tu desprecio, pero nunca con tu indiferencia, sobre todo porque si después de tanto caminar no me sale ni un juanete….como dijo el Diego….ME CORTARON LAS PIERNAS.
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 4)
Nada explica mejor la realidad que tu abulia crónica sobre aquellos boletines que informan mi paso por estas meridionales tierras. Los fogonazos periódicos que recibo, me desangran pero no matan esta insólita pertinacia. El oráculo parlanchín, (viejo zorro que gambetea las grietas edilicias que se abren en su plataforma), encuentra tantos argumentos validos para que abandone mi lucha, que tarde o temprano me convencerá. Jamás negare mis discapacidades mas nunca reconoceré mis (pocas) aptitudes. El manifiesto ambulante, sinopsis irrelevante de mi pasión enaltecida, va por su quinto volumen. Dios (o como quieran llamarlo), espectador privilegiado de mi fibra impertinente, puso un mi vereda el único ejemplar de su casta que no es ni curioso ni expresivo. En caso de no ser así, la otra posibilidad es que sea coherente con su propio presente. En tal caso, brindo por vos. Solo quiero ser libre, insubordinado e insolente. Quiero ser lo que todos quieren que sea (porque yo también lo quiero). Quiero estar con vos….y dejar de escribir…dejar todos estos infiernos…no quiero que nadie mas lea mis enajenaciones….porque solo dejare esta catarsis cuando este con vos.
PD: A la luz de lo acontecimientos… ¿Alguien conoce el numero de alguna editorial?
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 5)
Advertencia: El precedente padecimiento esta dedicado a mi fiel compañero de emociones. Todos los sufrimientos contenidos en este escrito son de su propiedad exclusiva.
Planos imaginarios ruegan por tu desvarío y te alcanzan confidencias incomprobables para aquietar tus palpitaciones. Hastiando y desplazando dinamismos, ensamblé los dientes en el pedazo de jamón que mi paranoia depósito en la mesada. El chasquido de los molares fue tan vehemente que todos nos dimos cuenta de la inconsolable situación. Esa maldita feta de pernil nunca fue real…lo único que existió fueron 72hs del esperanza…y que ella nunca te devolvió la pared…… (Como era de esperar)……Considerando que cada día que se cae del almanaque representa un día menos para tu último viaje, deberías ir preparando las valijas. Ni siquiera cuando los parias de siempre quieren adobarte el delirio, las cosas salen como deberían. La única manera de conseguir resultados diferentes es haciendo cosas distintas (¡cuando quiero soy un lince!). El monaguillo de la parroquia que esta más allá del muro, me llama solo para comulgar tu belleza. En medio de la larga cola de sacristanes, me quede parado y esperando que la luz misericordiosa ilumine mi litografía. El dice que me miraste. Yo solo se que estabas ahí, junto a mi, en ese sucucho (con berretines de pocilga informática). Dicen que había más gente. Nunca lo comprobé. Solo te vi a vos, hasta que el arcángel del pavor tomo posesión de mi cuerpo y salí corriendo (otra vez….y van…).Nunca vas a leer esto…..quizás mis hijos si…..y cuando me pregunten quien eras...voy tener que decirles que sos ella, la que me acompaña hoy…la que tengo….no la que quiero.
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 6)
El acicalado mameluco esquizoide (eufemismo malintencionado que acérrimamente se vincula con el traslado de fiambres), no logra disimular el bochorno. Los complejos, boqueteros incansables que agujerean mi presente, “piquetean” todos los caminos que me conducen hacia vos. Para colmo de males, mi única esperanza suele utilizar la línea A, cuando vos estas emperrada en utilizar los asientos colorados que te dejan en el Congreso de Tucumán. Quiero creer que no sabes nada de nada sobre nada (si así no fuese, dame un poquito de tu frialdad que tengo que pasar el verano). En medio de este tifón de sensaciones, las que ayer eran fundamentales para mis movimientos, hoy pierden fuerza e importancia. Es terrible sospechar que aquello que me costo cinco años (y horas de atornillar mis nalgas en la silla) comienza a perder relevancia si no estoy con vos. Hasta la Claudicación Siempre. Hasta la Victoria Siempre. Que raro es saber que términos tan antagónicos tienen un mismo significado...
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 7)
Ya no quedan dudas, en el reino de los “piolas”, el menos “soguita” se llevara la mascara de platino. Sin llegar a enloquecer, veo aquellos estandartes manchados con sangre azul (pese a las imágenes monocromáticas que describen mis sentidos), que han sido enarbolados por hilarantes mandibuleros de mercado. Como me asusta ver el mundo desde esta rama tan fina y seductora. Rigurosas escafandras taiwanesas forman parte de este batallón de legionarios, integrado por hombres sin códigos ni palabras, que solo darían lo que tienen por mí (más no). Jamás diría que fui consumiendo infiernos por vos (eso se lo dejo a los que berretean la poesía con acordes comercialmente ubicados), mas que nada porque no necesito el desprecio de nadie para despreciarme a mi mismo. De repente, me subí al avión y en un rapto de monomanía intente desgarrar mis venas. En ese momento me di cuenta que si uno quiere cometer este tipo de locuras debe recurrir a un vuelo de primera clase (en turista los cubiertos son plástico). La escena garbosa por excelencia, significo mucho más que un soldado caído en la trinchera enemiga. Esos dos Ángeles, (el de la guarda y el de los sueños) intercambiaban gentilezas protocolares cuando de golpe todo se fue al carajo. Criteriosa y urgida de notificar mi existencia, ofreció sin dudarlo el paradero de este humilde servidor. “no deja, en algún momento me lo cruzare”, fue la frase que sus labios dejaron escapar. Ay….Ala no lo permita, porque el día que te cruces conmigo, no seré yo el que te hable, sino aquel, el que todos reclaman y nadie conoce…
PD: ¿Sonó a amenaza no?....bueno che…no fue la intención…es una forma de decir….al final…esto de escribir de forma “elitista”, me esta trayendo mas quilombos que otra cosa…
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 8)
Y fue ahí cuando llegué mi fin... La angustia se disfrazo de arrojo y deje que mis locos dedos se encarguen del mandado. Con el paso de las líneas (entendidas como renglones), todos mis deslices ocultos fueron afirmándose en la triste hoja. Y pensar que desde aquel ominoso momento, mis ojos no fueron malcriados por los tuyos.Y fue ahí cuando empecé la dieta... Esperando el suceso, mi estomago comenzó a crujir y mi heladera seguía baldía de novedades tuyas. Una vueltita por la trama cibermagica y mi panza emprendió un traquetear fulero que sin dudas, tenia una explicación lógica. Tan obvio era. Estabas vos del otro lado, sin embargo ningún monaguillo dejo de lustrar las copas. Me mantuve al tanto, total eso ya era todo un logro. Nunca me hablaste. Nunca te hable. Pero cuando los estruendos estomacales hacían respetar, les tire un par de miguitas y la ilusión volvió a nacer.
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 9)
El servicio postal, comandado por un gran tipo con vocación de servicio, me estrecho un papiro documental que me termino de emocionar. La brillante luz que huye de sus pupilas, encontró en mi retina un afectuoso refugio. Con cada aproximación improcedente, este sumiso mamarracho se queda huérfano de reflejos y sin ganas de ver otra cosa que no sea su resplandor. La tribuna, (manga de desavenidos que encuentran en mi utópica insensatez una sensibilidad bien disimulada con el correr de las desubicaciones), canta y canta hasta más no poder. Amigos, ya lo dijo el flaco….no es cuestión de poner huevos…esto es mucho mas complejo….se trata de saber jugar el juego (ni mas ni menos). El emblema mundial que decora mis remeras, me cagaria a palos si se entera la inmunda cobardía que decodifica mis modos. En medio de este argumento tan poco jubiloso, trato de entenderte nene, pero no puedo. Es indudable que determinados temas, pueden llegar a generar mucho más que un malestar estomacal, sobre todo cuando la experiencia vivida nos fue demostrando una realidad muy diferente a las teorías puras y abstractas que nos convidan los libros de color. Obviamente esta situación no la discuto, simplemente porque seria un inconexo si hoy no reconociera lo que nunca deje de reconocer. Sin embargo debo exteriorizar algo: lo que me aniquila es saber que es mi propia naturaleza la causa de esta frustración.
Claudicar, morir o vivir a tu lado (Volumen 10)
La “bufanda bufarra” ya no calienta las gargantas profundas de los siervos patrañeros del jornalero de Caracas. Uno mas uno, suman dos millones de esperanzas hermanadas en función de fantasías tiradas de las mechas. El Dr. Conflicto, ha vuelto con su prosa enigmática y sus zapadas rurales, típicas de fogones apagados y cenizas voladoras. En este momento, cuando usted se replantea su posición frente a lo prohibido, yo me encargo de permitirme lo que todos condenan. Marcos depresivos, decisiones postergadas y otras curiosidades burocráticas, son figuras análogas de los pimentones y azufres que abundan en mi invernadero. Lo que nunca pude ser y lo que jamás pude decir, son aquellas verdades que enmarañan el prolijo orden de los patos que navegan en mi psiquis. Tus ojos poco convencionales, verán lo poco que queda de mi. Tu comprensión (si es que la sacas a pasear lo días teóricos), será mi fiel compañera en este camino lleno de piedras y atajos mal utilizados. Armonizando esta muchedumbre llena de carteles que me reclama en la puerta de casa, entiendo que la única guerra que se pierde es la que se abandona. Casco en posición, cuchillo en bota, alcarraza en cinturón, mejillas pintadas de verde (como tu reflejo) y listo. Ya soy un soldado más. Uno de esos Gurca que mil veces has enfrentado y vencido. Ojala sepas como encadenarme a tu lado, porque si no sabes como hacerlo, te juro que yo te enseño…
Claudicar (ni en pedo), Morir (ni muerto) o Vivir a tu lado (no gracias...)
Una sola bravuconeada fue apta para seguir descubriendo el Vademécum impresionable del Dr. Conflicto. Su (ya conocida) capacidad de enterrar gente viva, sigue demostrando en cada intervención, su posición frente a las películas de héroes y villanos –"solo un “Sith” es tan radical, Anakin”-. De todas las necedades humanas, la falta de respeto es la menos tolerable. Jamás voy a perdonarme el tiempo que perdí, las hojas que escribí, y todo aquello que trate de construir sobre un holograma berreta de persona. Tratando que evitar que se me considere como un despechado mas que recorre los pasillos del infierno, quiero dejar en claro una cosa: No me molesta la negativa, pero no voy a tolerar ningún comportamiento que no se condiga con los principios básicos de cualquier semejante. OK. El contexto -quizás- no fue el mejor, pero tu diligencia tampoco fue la indicada. Hoy, más allá de los lamentos y los nudos estomacales, voy a gritar hasta enmudecer para que todo el mundo se entere que tengo la consciencia tranquila. Hice lo que tenia que hacer, cuando lo tenía que hacer pero lamentablemente me equivoque de interlocutora. Querida gente, ojala hayan disfrutado de esta historia que empezó bárbaro y termino como los Kennedy. Después de todo, siempre hay cuestiones positivas que rescatar, como por ejemplo, el hecho de que el Dr. Conflicto haya decidido visitarnos nuevamente. Hoy me despido de todos ustedes, con una cicatriz nueva que algún día cerrara (que no lo quepa la menor duda a nadie) . Sin embargo, lamento comunicarles que solo se trata de un “hasta luego”…
Me voy ahora para volver despues

Debido a problemas contractuales conmigo mismo, he decidido tomarme un tiempo para reflexionar sobre mi abolida idoneidad y mis vetustos criterios de selección. El abismo es demasiado profundo como para andar saltando. Espero que no me extrañen (tranquilos, yo se que no lo harán). Les dejo las papeletas que el Sr. Dr. Conflicto dejó en mi buzón antes de fugarse nuevamente. Hasta muy pronto.
Leonardo Javier Urbina.